Por: Richard O. Campos. “El Devolucionario”
Hace poco La República publicó una carátula perversa, difamando al congreso que está estructurando su nueva composición, hoy unicameral, diciendo que “son una Asamblea Constituyente de facto”. Primero apoyaban la Asamblea Constituyente donde una masa de ignaros elegidos a dedo por indígenas, sindicatos y gremios arcoíris redactara una nueva Constitución. Antes, aplaudían las embestidas del patán de Vizcarra contra el Congreso, planteando reformas constitucionales con cuestiones de confianza, sin tener facultades para eso. También apoyaron ciegamente su ilegal referéndum, que incluía la bicameralidad, aunque luego este reculó, solo para evitar la reelección parlamentaria. De hecho, el rojerío apoyó los cambios que Vizcarra hizo a la Constitución con su ilegal referéndum, en decenas de artículos, como el que creó la nefasta JNJ. Y si se hubiera incluido la bicameralidad, se iban a producir los mismos cambios que hoy se están haciendo en la Constitución para ello, modificando 80 artículos. Pero como esos cambios, no provienen del tótem caviar, Vizcarra entonces hay que oponerse, protestar y difamar por los cambios que hace el congreso a la Constitución, culpando de todo a Keiko señalándola como “la artífice” de esos cambios "hechos sin la autorización del pueblo” por un Congreso “ilegítimo de 7% de aprobación".
La masa inculta, que cree las estupideces de La República, debe entender, que pasar de un parlamento unicameral a uno bicameral, implica la obligatoria modificación Constitucional, en lo que respecta a elección, organización, reglamentación, límites y facultades del senado y la cámara de diputados. Pero la mayor chilladera del rojerío, las producen las facultades que tendrá el Senado, como nombrar a los jefes del TC, Contraloría, ONPE, RENIEC y JNE, algo normal en cualquier país, pero que escandaliza a la izquierda peruviana. Que el Senado nombre a directores de entes públicos, no significa que controlará a los mismos, pues son autónomos. Eso solo lo cree la mayoritaria masa ignorante. Los opinólogos de la caterva progre-izquierdista, se refieren al Congreso como si fuera un individuo con emociones negativas. Frases estúpidas como "buscan perpetuarse en el poder" se repiten sin réplica en la gran prensa, sin el mínimo argumento. Este Congreso finaliza en julio del 2026 y si hay diez parlamentarios reelectos ese año, será mucho. Otra estupidez repetida es "el Congreso se adueña de la ONPE y la RENIEC" o que hay "injerencia del Congreso en las instituciones", etc. La pregunta. ¿Cómo puede este Congreso que acabará el 2026, controlar alguna institución pública después del 2026? Inexplicable, porque no se sabe cómo será el próximo Congreso. La caviarada criticaba al fujimorismo, cuando tuvieron la mayoría absoluta en el Congreso ilegalmente disuelto en el 2019, por no hacer los cambios que requería la Constitución y hoy que ya los están haciendo, los critican más.
Lamentablemente así es el peruano promedio, siempre aplaudiendo u oponiéndose a todo. Y si hay que golpear al Congreso, con más razón. Ninguna de las bobas opiniones de la más media progre, tienen sentido. Su único afán de atacar al Congreso y engañar a los incautos. Hay que ser bien limitado para repetir la tontería de que el Congreso "quiere perpetuarse en el poder". Lamentablemente no puede pedírsele argumentos, a idiotas como Nicolás Lúcar, Juliana Oxenford o los “genios” de La República.